Uno de los mayores escándalos, y seguramente el más emblemático, del periodo presidencial en la Francia de Mitterrand fue, sin duda, la voladura en el puerto de Auckland, Nueva Zelanda, del barco de la organización ecologista Greenpeace, Rainbow Warrior, un antiguo pesquero que la organización ecologista había adquirido en 1978 y que bautizaron como Guerrero del Arco Iris que se haría famoso en el mundo por sus diversas campañas ecologistas y pacifistas.
El atentado urdido por los servicios de inteligencia franceses (DGSE) se cobró la vida del fotógrafo Fernando Pereira y obligó al gobierno francés a cesar a su ministro de Defensa, Charles Hernu. Pero de lo que nadie duda es que la orden salió del mismo palacio del Elíseo, del presidente de la República, Fraçoise Mitterrand, bien en sentido literal, bien estando al corriente de la operación. El gobierno francés pretendía con esta acción dar una lección expeditiva a la organización ecologista debido a la campaña de Greenpeace en contra de las pruebas nucleares que Francia estaba realizando en Mururoa.
La noche del 9 al 10 de julio de 1985 un comando de los servicios especiales franceses, que llevaba varias semanas en la isla preparando el atentado, colocó una bomba en el casco del Rainbow Warrior que se hallaba amarrado en el puerto de Auckland.
Tras el atentado la policía neozelandesa detuvo de inmediato a dos agentes franceses, Alain Mafart y Dominique Prieur. Juzgados por los hechos fueron condenados a 10 años de prisión. Un año después de su condena fueron trasladados al atolón de Hao, donde permanecieron los tres años siguientes. Pasado este tiempo desaparecieron. Silencio.
La comisión de investigación organizada por el propio Mitterrand no convenció a nadie en Francia ni en el exterior. El primer ministro de la época Fabius aceptó rápidamente la versión que exoneraba de responsabilidad a sus funcionarios, ratificando el derecho de Francia a proteger sus intereses nacionales en el extranjero mediante misiones informativas, y que el lamentable hecho se debió a un exceso en el cumplimiento de su misión.
En 1995 debido a una serie de filtraciones se logró identificar al hombre que conducía la lancha neumática utilizada en el atentado. El personaje resultó ser el jefe del comando, Gérad Royal, miembro de los comandos especiales de submarinistas y hermano de Ségoléne Royal, candidata socialista a las elecciones presidenciales de 2007, que ganaría Sarkozy. Este personaje se cree que fue quien puso personalmente la bomba, según declaraciones de su hermano menor, Antoine Royal.
Columna De-rruti's Blog 
Veo que en los años 80 los políticos (en este caso los franceses) eran igual de mala gente y chapuceros que los de ahora.
El problema es que ahora hay mas flujo de información -Internet- y antes no.
Me encanta tu blog.